Cuanto podemos aprender de un hombre que comienza a sabiendas su propio vía crucis desde el momento que abandona su vestuario, con esa advertencia que le dio su rodilla al calentar.
Caminar hacia tu propio sacrificio (publico) para poder consagrarte a una pasión que amas mas que a vos mismo, porque sos vos mismo, para ser vos mismo.
Y enfrentar a tu verdugo sin armas, pero enfrentarlo.
No llevarse nada, dejarlo todo.
Estoy empezando a pensar que los cinturones deben entregarse en un ring, que no es natural retirarse triunfador. Que es egoísta, nuestra herencia es para otros, y si es para alguien mas joven aun mejor.
Y que bello tener un amigo en tu esquina, que elija por vos cuando ya no podes hacerlo, eso es amor.
"Hoy tal vez termina su carrera, pero comienza su legado" dijo Mauricio Sulaimán. Un señor que de legados algo entiende.